UN POCO MÁS SOBRE LOS CAMPOS ELECTROMAGNÉTICOS (CEM) Y LA RADIACIÓN

Los Campos eléctricos tienen su origen en diferencias de voltaje: cuanto más elevado sea el voltaje, más fuerte será el campo que resulta.

Los Campos magnéticos tienen su origen en las corrientes eléctricas: una corriente más fuerte tiene como resultado un campo más fuerte. Un campo eléctrico existe aunque no haya corriente. Cuando hay corriente, la magnitud del campo magnético cambiará con el consumo de poder, pero la fuerza del campo eléctrico quedará igual. (Información que proviene de Electromagnetic Fields, publicado por la Oficina Regional de la OMS para Europa (1999).

La radiación electromagnética es producida por la variación de corriente en un conductor, que produce a su vez campo eléctrico y magnético oscilante, propagándose en cualquier medio. Se suele denominar EMF de las siglas en inglés de «Electromagnetic Field» (Campo Electromagnético).

Dentro de EMF se incluyen las ondas de radio, las microondas, la luz infrarroja, la luz visible, la luz ultravioleta, los rayos X y los rayos gamma etc.

Fuentes naturales de campos electromagnéticos

En el medio en que vivimos, hay campos electromagnéticos por todas partes, pero son invisibles para el ojo humano. Se producen campos eléctricos por la acumulación de cargas eléctricas en determinadas zonas de la atmósfera, por efecto de las tormentas. El campo magnético terrestre provoca la orientación de las agujas de los compases en dirección Norte-Sur y los pájaros y los peces lo utilizan para orientarse.

Fuentes de campos electromagnéticos creadas por el ser humano

En el espectro electromagnético, además de las fuentes naturales, hay también fuentes generadas por el hombre.

Entre ellas están:

  • Líneas de transmisión eléctrica: Los cables de alta tensión y las subestaciones eléctricas generan campos electromagnéticos debido al flujo de corriente alterna a través de ellos.

  • Aparatos electrónicos, electrodomésticos y herramientas eléctricas: Dispositivos como televisores, refrigeradores, ordenadores, secadores de pelo, microondas, aspiradoras, taladros, máquinas industriales… entre otros, generan campos electromagnéticos durante su funcionamiento debido a la electricidad que los alimenta.

  • Antenas de telecomunicaciones: Las antenas de telefonía móvil, radio, TV, y señales de Wi-Fi o Bluetooth emiten campos electromagnéticos de alta frecuencia.

  • Torres de radio y televisión: Transmiten señales a larga distancia utilizando ondas electromagnéticas de radiofrecuencia, generando un campo electromagnético considerable a su alrededor.

  • Teléfonos móviles: Tanto los teléfonos móviles como las estaciones base de telefonía, generan campos electromagnéticos durante la transmisión y recepción de señales.

  • Sistemas de transporte: Los trenes eléctricos y otros sistemas de transporte que usan energía eléctrica generan campos electromagnéticos, especialmente en los campos de alimentación y los motores eléctricos

Niveles de exposición electromagnética en el hogar

La transmisión de electricidad a larga distancia se realiza mediante líneas eléctricas de alta tensión. Estas tensiones altas se reducen mediante transformadores para la distribución local a hogares y empresas. Las instalaciones de transmisión y distribución de electricidad y el cableado y aparatos eléctricos domésticos, generan el nivel de fondo de campos eléctricos y magnéticos de frecuencia de red en el hogar.

En los hogares que no están situados cerca de líneas de conducción eléctrica la intensidad de este campo de fondo puede ser hasta alrededor de 0,2 µT. Los campos de los lugares situados directamente bajo las líneas de conducción eléctrica son mucho más intensos. Las densidades de flujo magnético a nivel del suelo pueden ser del orden de hasta varios µT. La intensidad del campo eléctrico bajo las líneas de conducción eléctrica puede ser de hasta 10 kV/m. Sin embargo, la intensidad de los campos (eléctricos y magnéticos) se reduce al aumentar la distancia a las líneas eléctricas. Entre 50 m y 100 m de distancia la intensidad de los campos es normalmente equivalente a la de zonas alejadas de las líneas eléctricas de alta tensión. Además, las paredes de las casas reducen substancialmente la intensidad de campo eléctrico con respecto a la existente en lugares similares en el exterior de las casas.

31.07.2019 Según el gráfico realizado por Statista, de los seleccionados, el taladro y el aspirador son los que registran un valor más alto, con 400 y 200 microteslas de inducción, respectivamente. Al contrario de lo que se podría pensar, el ordenador aparece al final del ránking, con 0,5 microteslas, según datos de la Oficina Alemana para la Protección contra la Radiación, precedido de cerca por la lavadora (0,8).

Los electrodomésticos que más radiación emiten.

En la parte central de la clasificación se encuentran, por ejemplo, el microondas (73 microteslas) y el fluorescente (40), y más cerca del final, la máquina de afeitar (15), la plancha (8), el secador de pelo (6), y el lavavajillas (3,5) .

Es importante anotar cómo la exposición del consumidor a estos elementos, aumenta en proporción a la cercanía del cuerpo humano, por lo que nunca es mala idea mantener cierta distancia. Además, los expertos señalan cómo el uso por cortos periodos de tiempo de la mayoría de estos aparatos minimiza sus efectos en la salud.

Con el fin de proteger a los ciudadanos de posibles efectos perjudiciales para la salud, existen distintos organismos internacionales que establecen y regulan la producción y el uso de estos aparatos. A nivel europeo, el nivel máximo de inducción magnética aconsejada para el público es 100 microteslas.

*Para más información: content-design.statista.com

Electrosmog, invisible pero omnipresente

 

Los campos eléctricos de frecuencia de red más intensos presentes normalmente en el entorno, son los de los lugares situados bajo las líneas de transmisión de alta tensión.

Por el contrario, los campos magnéticos de frecuencia de red más intensos, se encuentran normalmente en puntos muy cercanos a motores y otros aparatos eléctricos, así como en equipos especializados, como escáneres de resonancia magnética utilizados para generar imágenes para el diagnóstico médico.

Cada vez que enciendes el televisor, te conectas a internet o hablas por teléfono, las ondas eléctricas de esos aparatos generan una niebla electromagnética -en inglés, electrosmog que no puedes oler ni ver… pero que te rodea inevitablemente.

Los científicos llevan años investigando esta cuestión y debatiendo cuán peligrosos son realmente los efectos de esas ondas.

¿Es malo el wifi para la salud? ¿Nos está matando poco a poco la sobreexposición a los celulares?

Esos son preguntas que cada vez se hacen más personas en el mundo y en 2014, la OMS publicó un extenso informe sobre las ondas electromagnéticos de los celulares, que fueron clasificadas por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer como «posiblemente carcinógenas».

Esto significa que el riesgo no pudo comprobarse… pero tampoco descartarse.

Exposición al electrosmog:

  • Los servicios gubernamentales, las frecuencias de televisión y radio se digitalizan (pulsados).
  • Transmisores de radar con alcances de decenas de kilómetros transmiten las 24 horas del día.
  • Los hogares y las oficinas están cada vez más equipados con sistemas de radio inalámbricos.
  • Las instalaciones eléctricas blindadas todavía no son una norma prescrita.

Muchas personas se sorprenden cuando reparan en la diversidad de las intensidades de los campos magnéticos presentes en el entorno por diversos aparatos eléctricos. La intensidad del campo no depende del tamaño, complejidad, potencia o ruido que hace el electrodoméstico. Además, las intensidades de los campos magnéticos pueden ser muy diversas, incluso entre aparatos aparentemente similares. Por ejemplo, algunos secadores de pelo generan campos muy intensos, mientras que otros apenas producen campo magnético alguno. Estas diferencias de intensidad del campo magnético están relacionadas con el diseño del producto.

Tipos de radiación

Según la frecuencia de oscilación del campo electromagnético (el número de veces que cambia de polaridad y/o de valor por segundo), la radiación EMF se clasifica en dos grandes grupos: Radiación Ionizante y Radiación No Ionizante.

Desde el ámbito de la ciencia Oficial, entendida como una institución dogmática e impositiva y no fundamentada en evidencia o estudios independientes, se afirma que la radiación ionizante tiene la capacidad de arrancar electrones de los átomos, incluyendo aquellos de nuestro ADN y células, lo que ha llevado a que se reconozca el daño que esta provoca. Dentro de esta categoría se encuentran, entre otras, las radiaciones de Rayos X y Gamma.

RADIACIÓN NO IONIZANTE (RNI)

Las radiaciones no ionizantes son un tipo de radiación electromagnética que no tiene suficiente energía para ionizar átomos o moléculas, es decir, no puede arrancar electrones de los átomos. A pesar de ser menos energéticas que las radicaciones ionizantes (como los Rayos X o la radiación Gamma), pueden tener efectos biológicos en el ser humano.

RADIACIÓN IONIZANTE (RI)

Las radiaciones ionizantes son un tipo de radiación electromagnética que tiene suficiente energía para arrancar electrones de los átomos y moléculas, lo que genera iones. Este proceso de ionización puede alterar la estructura atómica de los materiales con los que interactúa, incluyendo los tejidos biológicos, lo que puede produce efectos negativos importantes para la salud humana y de los seres vivos.

Tipos y fuentes de radiación NO ionizante

Campos electromagnéticos:

  • Extremadamente bajas frecuencias (ELF): 0 Hz a 30 kHz.
  • Radiofrecuencias: 30 kHz a 300 MHz.
  • Microondas: 300 MHz a 300 GHz.

Radiaciones ópticas: 

  • Infrarrojos: 300 GHz a 400 THz
  • Luz visible: 400 THz a 750 THz
  • Luz ultravioleta: 750 THz a 1.660 THz.

Tipos y fuentes de radiación ionizante

Radiación electromagnética:

  • Rayos X: Similares a los Gamma pero se producen de forma artificial por dispositivos como máquinas de Rayos X. Con alta capacidad de penetración en la biología celular, aunque muy utilizados en medicina para la obtención de imágenes.
  • Rayos Gamma: Son fotones de alta energía emitidos por el núcleo de átomos radiactivos. Tienen gran capacidad de penetración a nivel celular en el cuerpo humano.

Radiación corpuscular:

  • Rayos alfa: son núcleos de helio compuestos por dos protones y dos neutrones. Tienen baja capacidad de penetración pero son peligrosos si se inhalan o ingieren.
  • Rayos beta: electrones o positrones emitidos por ciertos materiales radiactivos. Mayor capacidad de penetración pero menos dañinos que los alfa.
  • Neutrones: Partículas subatómica sin carga eléctrica pero que pueden penetrar profundamente en la materia. Se producen en reacciones nucleares o explosiones atómicas.

EFECTOS DE LA RADIACIÓN EN EL CUERPO HUMANO

 

Nos enfrentamos a una preocupación cada vez mayor acerca del impacto potencialmente peligroso de los campos electromagnéticos sobre el ambiente y nuestra salud.

¿Cuáles son los efectos de los hornos de microondas, computadoras, teléfonos móviles, radiolocalizadores, transmisores de radio, torres de alta tensión, líneas eléctricas aéreas y potentes estaciones transmisoras sobre nuestra vida? La respuesta solo se puede encontrar comprendiendo con mayor claridad las propiedades de los campos electromagnéticos y su efecto sobre el cuerpo humano.

El uso de teléfonos celulares ha tenido un desarrollo explosivo en los últimos años y en un par de décadas el número de celulares será mayor que el número de habitantes del planeta.
En sólo 20 años la densidad de potencia de los campos electromagnéticos en algunas ciudades, ha aumentado 100 veces y esto implica que los efectos biológicos en los seres vivos expuestos, también deberían haber aumentado 100 veces.
La posibilidad de comunicarnos en todo momento y lugar es muy apreciada por todos nosotros pero, ha surgido una creciente preocupación sobre los efectos biológicos adversos que podría causar la exposición a la radiación y el impacto que tendrían sobre la salud.
Es muy importante que la población sepa cuales pueden ser los riesgos y como evitarlos o disminuirlos para poder tomar las medidas necesarias.
Cuando nos exponemos a un campo electromagnético una parte de la radiación es reflejada, otra parte nos atraviesa y otra parte es absorbida.
Si existe absorción de energía se puede suponer que existe algún efecto físico o biológico. Pero la existencia de un efecto biológico no quiere decir que se afecta la salud. Nuestro organismo dispone de mecanismos de protección a diversos niveles que pueden controlar los efectos que se producen en nuestros cuerpos.
Los efectos derivan de dos mecanismos básicos: La producción y orientación de cargas eléctricas, y la inducción de corrientes eléctricas.
  • Está debidamente probada la asociación entre la exposición a los campos electromagnéticos (CEM) de baja frecuencia (aparatos y redes eléctricas) y la aparición de efectos sobre la salud (leucemia) y debido a esta asociación la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) decide clasificar a los CEM de baja frecuencia como “posible carcinogénico”.
  • El proyecto REFLEX se llevó a cabo simultáneamente en 12 institutos de investigación y universidades europeas exponiéndose a los campos electromagnéticos (CEM) a diferentes tipos de células y tejidos humanos y de animales y sus resultados fueron concluyentes: tanto los campos electromagnéticos de baja frecuencia como los campos electromagnéticos de radio frecuencia, producen daño genético a niveles de exposición inferiores a los límites recomendados por el ICNIRP.
  • El estudio epidemiológico de mayor relevancia fue realizado por investigadores de 13 países de la comunidad europea y se denominó: el proyecto INTERPHONE.
    Este proyecto coordinado por la OMS y solventado por las empresas telefónicas, tenía por objetivo determinar la relación entre el uso del teléfono celular y algunos tumores cerebrales.
  • Se sigue investigando y hasta que se disponga de mayor información, se recomienda fuertemente aplicar el “principio de precaución” que indica no usar los celulares en forma injustificada y tratar de lograr que las exposiciones, en particular en los niños sean tan bajas como sea posible.
 
  1. Algunos efectos biológicos que se pueden observar y medir son:
    • Alteración del pasaje de Calcio por la membrana celular.
    • Cambios en la permeabilidad de la membrana hemato-encefálica (que rodea el cerebro).
    • Pérdida de la capacidad citotóxica (destruir células invasoras) de los linfocitos.
    • Cambios en la actividad enzimática intracelular, lo que puede afectar la correcta reparación del daño en el ADN.
    • Cambios en las ondas del Electro-Encéfalo-Grama.
  2. Antes de tratar los efectos sobre la salud hay que considerar que existen dos tipos de efectos, los efectos inmediatos o agudos que se pueden medir en forma rápida y los efectos a largo plazo para los que se requiere de un cierto tiempo.
  3. Cuidado con la intensidad de los campos electromagnéticos.

En forma natural, interactuamos con los campos electromagnéticos incluso dependemos de ellos: el campo electromagnético de la tierra y los campos electromagnéticos dañinos que se generan en el hogar por los electrodomésticos y aparatos eléctricos.

No es fácil comprender los efectos dañinos de los campos electromagnéticos por la complejidad de su nomenclatura y los distintos tipos de radiación existentes.

LA CONTAMINACIÓN ELECTROMAGNÉTICA Y EL SÍNDROME DE HIPERSENSIBILIDAD (EHS)

También conocido como hipersensibilidad electromagnética (HSE)

Este síndrome es una condición en la que las personas reportan síntomas físicos que se atribuyen a la exposición a campos electromagnéticos (CEM), como los generadores por teléfonos móviles, redes Wi-Fi, computadoras, antenas de telecomunicaciones y otros dispositivos electrónicos.

Aunque los síntomas son reales y afectan a la calidad de la vida de quienes lo padecen, estas personas no sufren técnicamente una alergia a estos campos magnéticos, sino que desarrollan una «sensibilidad» que manifiestan con trastornos que pueden ir desde ansiedad, vómitos, dolores de cabeza, migrañas, tos, escozor de ojos, irritabilidad, insomnio y eccemas en la piel.

Se calcula que afecta a una de cada 1.000 personas, pero se alerta que podrían ser más a largo plazo, porque no están probados los efectos de estos campos tras un período de muchos años.

Hay pruebas científicas de EHS.

Un estudio publicado en 2020 en Pub Med titulado ‘Hipersensibilidad electromagnética (EHS, síndrome de microondas) – Revisión de mecanismos’ valida la existencia de este síndrome.

El estudio publicado fue un esfuerzo conjunto de un Centro Médico en Jerusalén, Israel, y la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Rutgers.

El estudio comienza explicando que la electrohipersensibilidad no es un síndrome nuevo y que solía llamarse síndrome de microondas. El estudio publicado continúa explicando qué es realmente EHS:

«El EHS «es un síndrome clínico caracterizado por la presencia de un amplio espectro de síntomas inespecíficos de múltiples órganos, que suelen incluir síntomas del sistema nervioso central, que se producen tras la exposición aguda o crónica del paciente a campos electromagnéticos…»

Los investigadores continúan afirmando que «numerosos estudios han demostrado efectos biológicos a nivel celular» de la exposición a campos electromagnéticos. Comparan la electrohipersensibilidad con la sensibilidad química múltiple en que «las exposiciones repetidas dan lugar a la sensibilización y a la consiguiente mejora de la respuesta».

El perfil de la mayoría de afectados, responde al de personas con sensibilidad química a agentes ambientales y a determinados ambientes, pero empiezan a darse casos de hombres y mujeres que desarrollan primero una sensibilidad a estos campos. De entrada, suelen ser personas inmersas en un entorno, repleto de ondas electromagnéticas, que se convierten en «auténticos búnkeres» que provocan trastornos en algunos de ellos.

La ingente presencia de antenas, repetidores, redes Wifi, ordenadores y microondas en entornos comunes sin que se haya demostrado «a largo plazo» su inocuidad, cada vez es mayor y puede que exista «cierta tolerancia» hacia estos aparatos.
Muchos científicos están de acuerdo en que los niveles actuales de radiación aceptados como «seguros» para la exposición pública en realidad no son seguros.

El Dr. James C. Lin dice que las directrices actuales «… están diseñados para restringir el calentamiento a corto plazo por radiación de RF y tienen como objetivo evitar el aumento de la temperatura de los tejidos. Por lo tanto, no son aplicables a la exposición a largo plazo a niveles bajos…»

El Dr. Lin señala que las directrices actuales sobre radiación no tienen en cuenta ninguno de los efectos biológicos que se ha encontrado que son causados por la exposición a niveles de radiación.

Por todo ello, es recomendable evitar una exposición intensiva a estos campos, contemplar la posibilidad de comprar móviles de tercera generación que reducen la emisión de ondas, además de pantallas LED y protectores de pantalla para el ordenador.

SÍNTOMAS DEL SÍNDROME DE HIPERSENSIBILIDAD (EHS)

También conocido como hipersensibilidad electromagnética (HSE)

Las personas que sufren de este síndrome, pueden experimentar una variedad de síntomas como:

– Dolores de cabeza.

– Fatiga.

– Dificultad para concentrarse.

– Trastornos del sueño.

– Sensación de ardor o picazón en la piel.

– Ansiedad o estrés.

– Dolores musculares.

– Mareos.

– Nauseas.

– Radiaciones ultravioletas pueden producir quemaduras en la piel, erupciones, incluso cáncer de piel.

– La luz visible e infrarrojos pueden causar daños en los ojos y en la piel.

– Campos electromagnéticos pueden provocar efectos térmicos en los tejidos, como deshidratación y no térmicos, como alteraciones en el sistema nervioso y cardiovascular, riesgo de enfermedades neurodegenerativas, posible disminución de la fertilidad y ciertos tumores cerebrales, entre otros.


DA SENTIDO A TU VIDA Y CUIDA TU SALUD

TRATAMIENTO Y MANEJO DE LA ELECTROHIPERSENSIBILIDAD

  • Apoyo psicológico: Terapias cognitivas o de manejo del estrés, ya que en algunos casos, estrés y ansiedad pueden exacerbar los síntomas.

  • Modificación del entorno: Reducir la exposición percibida al campo electromagnético, como puede ser limitar el uso de dispositivos electrónicos, redes Wi-Fi o cambiar de lugar de residencia en casos extremos y alejarse de los focos de contaminación en un entorno más natural.

  • Uso de protecciones electromagnéticas: Utilizar materiales y productos que puedan actuar como barreras electromagnéticas en el hogar, como pueden ser pinturas y revestimientos especiales que bloqueen o reduzcan la penetración de las ondas.

  • Rodearse de orgonitas y electronites que rompan las ondas e ionicen el ambiente habitual y llevar encima estos dispositivos en contacto con la piel.

    El orgonite es capaz de repeler los campos electromagnéticos gracias a sus cualidades «diamagnéticas» y puede actuar como un pequeño «condensador eléctrico» porque es capaz de almacenar energía electrica y por la alta tensión interna es capaz de producir un flujo de energía hacia el exterior.

    «Esto es posible gracias a la energía mínima que se le proporciona a los electrones para liberarse por la absorción de fotones (partículas elementales de los fenómenos electromagnéticos). Si la energía del fotón es absorbida, una parte libera al electrón del átomo y el resto contribuye a la energía cinética del electrón como una partícula libre»

  • Uso de cables de blindaje: Cuando se pueda, usar cables para la conexión de los dispositivos electrónicos que están diseñados para reducir la radicación electromagnética y evitar la propagación de interferencias, manteniendo los cables de alimentación en buen estado.

  • En este artículo no se afirma de ninguna manera que cualquier tipo de dispositivo de protección contra los campos electromagnéticos pueda detener los efectos que experimentan las personas que realmente sufren de electrohipersensibilidad. Lo que este artículo está diciendo es que, afortunadamente, la mayoría de las personas que están continuamente expuestas a los campos electromagnéticos, no sufren síntomas tan graves que los etiquetarían como electrohipersensibles.

    Las personas con electrohipersensibilidad, pueden seguir viviendo sus vidas con normalidad. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que los campos electromagnéticos afectan negativamente a nuestro cuerpo, y los efectos pueden ser acumulativos.

    Por lo tanto, abogamos por preservar la salud a través de un enfoque de sentido común, cuando se trata de tecnología y radiación inalámbrica.

    Este enfoque incluye la protección contra los campos electromagnéticos, una dieta saludable y una buena suplementación con antioxidantes.

OTRA FORMA DE VIDA ES POSIBLE…

Cuando hablamos de redes de telefonía como la RED 5G, nos referimos a la quinta generación de tecnología celular, que ofrece una gran velocidad de carga y descarga y mejores conexiones que las redes anteriores.

Para evitar los efectos adversos que estas señales pueden causar, aléjate lo que puedas de las fuentes de radiación y, si lo deseas, también puedes hacerlo con estas recomendaciones:

– Cuando te vayas a dormir, deja el móvil lejos de tu cama. El teléfono móvil emite mucha radiación.

– En el momento de comunicarse y antes de que se produzca la conexión, trata de mantener el teléfono lejos del cuerpo (la intensidad del campo baja cuatro veces a 10 cm., y 50 veces a 1 metro de distancia).

– Utiliza el modo “altavoz”, o un kit manos libres equipado de un tubo de aire en sus últimos 20 cm o un auricular Bluetooth.

– Mantente a más de un metro de distancia de una persona que se esté comunicando por móvil, y evita utilizar el celular en lugares públicos como el metro, el tren, un ascensor o el autobús, donde el celular debe aumentar la potencia al máximo y te expones pasivamente a la radiación  próxima.
 
– Evita en lo posible llevar encima un teléfono móvil, incluso en modo de espera. No lo dejes cerca de tu cuerpo por la noche (bajo la almohada o sobre la mesita de noche) y particularmente las mujeres embarazadas.
 
– Si debes llevarlo encima, asegúrate que el lado “teclado” esté dirigido hacia su cuerpo y el lado “antena” (energía máxima del campo) hacia el exterior.
 
– Utiliza el teléfono sólo para establecer el contacto o para conversaciones de algunos minutos (los efectos biológicos están directamente relacionados con la duración de la exposición). Es preferible devolver la llamada luego desde un teléfono fijo de línea (y no de un inalámbrico).
 
– Cuando utilices tu teléfono, cambia del lado izquierdo al derecho regularmente, y antes de poner el teléfono móvil contra la oreja, espera a que ya se haya descolgado (baja mucho la potencia).
 
– Evita utilizar el teléfono cuando la intensidad de la señal sea débil, o durante desplazamientos rápidos como en coche o en tren (hay un aumento máximo y automático de la potencia en el momento de los intentos de conexión con una nueva antena fija o con una antena distante).
 
– Comunícate por SMS (mensajes de texto) preferiblemente a por teléfono (limita la duración de la exposición y la proximidad al cuerpo).

– Por el día mantén el móvil lejos de tu cuerpo, aléjalo de bolsillos y mantenlo en el bolso o la mochila.

– Ubica el Router lejos de tu dormitorio y también aléjalo de las estancias donde pasas más tiempo, tanto en tu casa como en la oficina, a ser posible.

– Haz Grounding, caminar descalzo sobre la tierra, hierba o arena para conectarte con la energía de la naturaleza y descargarte a través de los pies. Los seres humanos al ser eléctricos. actuamos como antenas, emitiendo y recibiendo energía.

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